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En respuesta a todas estas preguntas, quiero compartir algunas reflexiones.
¿soy homosexual? ¿soy ”gay”?, me gustan los hombre y también las mujeres ¿será que soy “bi-sexual”? Se habla de que somos “fluidos” en nuestra sexualidad…por tanto, hoy me pueden gustar las mujeres y mañana los hombres.
Todas estas reflexiones pueden llevar a la persona a considerar la necesidad de descubrir su verdadera IDENTIDAD. Y yo ¿quién soy de verdad?
En mi experiencia como Coach ayudo cada día a hombres y mujeres que quieren trabajar sobre si mismos, sobre su identidad. Unos con sentimientos homosexuales o quieren dejar de sentir atracción hacia personas del mismo sexo y otros tienen dudas y quieren conocerse mejor.
Me gustaría que estas reflexiones que resalto, sean una toma de conciencia para todos. Desearía corresponsabilizar a esta sociedad de esta realidad porque creo que, es una tarea que a todos nos compete.
Clave 1: Comprender la homosexualidad y la IDENTIDAD en profundidad.
Conocer las posibles causas de la homosexualidad es el camino más directo para sanear y extirpar los prejuicios de una sociedad que se reconoce a si misma como “moderna”, pero que, en muchas ocasiones demuestra vivir a base de etiquetas, conceptos huecos y, sin consistencia.
No nos gusta hablar de la homosexualidad porque es un tema que hace saltar las alarmas en ciertos ambientes. Nos hace sentir incómodos y nos puede dar incluso un cierto pudor. Cuando queremos evitar un tema que nos «incomoda» tendemos a “meter todo en el mismo saco”. Todo lo que tenga que ver con homosexualidad lo tenemos ya más o menos catalogado.
Hay poca reflexión y poco conocimiento sobre este tema y corremos el riesgo de asimilar sin ningún reparo todo lo que vamos oyendo, sin diseccionar la información ni hacer distinciones. Todo va al mismo compartimento y una vez ahí, lo etiquetamos.
A menudo el tema de la homosexualidad se trata con descarada ligereza, sin la delicadeza que requiere. Fácilmente se hace broma de ello y se rechaza simplemente porque aprendimos en algún momento que la homosexualidad significa vicio, pecado, algo inmoral. Creo que nos falta tomar conciencia de este sufrimiento que está latente y vivo a nuestro alrededor. Es un dolor que se lleva en silencio en muchos casos, no se comparte por vergüenza, pudor, incomprensión, incluso rechazo personal.
¿Cuál es el resultado de toda esta superficialidad? Desgraciadamente, el prejuicio. A mi modo de ver y entender este prejuicio es el gran «escándalo».
Clave 2: Conocer y dar a conocer el Coaching de identidad.
En una sociedad tan moderna como la nuestra, ¿cómo es posible que personas que desearían comenzar un proceso de Coaching de Identidad para conocer quienes son verdaderamente no se atrevan a hacerlo?
¿Es posible hacer una transición de la homosexualidad a la heterosexualidad? ¿por qué no? Se afirma que la sexualidad es “fluida” … ¿qué diferencia hay en considerar que se puede pasar de la homosexualidad a la heterosexualidad? Muchas preguntas y todo se podría contestar de una manera muy sencilla. Busca tu identidad con sinceridad, sana posibles heridas, reconstruye lo que ha podido quedar dañado o sin completar y te encontrarás contigo mismo. A través de un proceso serio de coaching de identidad es posible. Una buena preparación personal y un proceso de Coaching de Identidad.
Una preparación personal apoyada en la reflexión. No es el resultado de un impulso o pensamiento pasajero, sino el fruto de la experiencia y de un largo trayecto, de una búsqueda llena de insatisfacciones y lucha interiores con algo de resignación y para algunos, la respuesta a una oración confiada.
El Coaching de Identidad es un proceso guiado en el que detectamos las causas que ponen en entredicho quien eres, que sientes. Trabajamos sobre éstas de manera ordenada, sistemática y lógica. Yo diría que es un proceso de crecimiento y desarrollo enfocada en áreas que se quedaron «estancadas» o «frenadas» en una edad temprana.
Este proceso no es solamente para las personas que por creencias religiosas no quieren vivir un estilo de vida porque choca con sus creencias.
Por poner un ejemplo de las áreas que se pueden trabajar en la identidad; la homosexualidad. Esta no es un problema espiritual o religioso sino de carácter emocional, afectivo y antropológico.
Clave 3: Contar con 3 elementos básicos.
Para llevar el proceso a buen término apoyo mi acompañamiento en estos 3 elementos:
- Total confidencialidad.
Cuando se trabaja la identidad emergen muchos aspectos, entre ellos, la vergüenza de ser descubierto, de quedar expuesto a juicios, críticas y rechazos por parte de aquellos que no comprenden el enorme sufrimiento que estas personas viven en su propio silencio y anonimato. Hay mucho miedo a que su mayor vulnerabilidad quede al descubierto. Muchos no dan el paso nunca por miedo a que su identidad sea desvelada, otros dan pequeños pasos con identidades falsas con el fin de no desvelar bajo ninguna circunstancia ningún dato personal. En todos los casos que he tratado hasta ahora, se hace patente lo importante que es proteger esta vulnerabilidad. Es por ello que este proceso lo llevo de forma totalmente confidencial. Antes, durante y después.
Al inicio del proceso ambas partes firmamos un contrato de confidencialidad para asegurar la privacidad de la persona y de toda la información que emerja durante el proceso de acompañamiento. Esta información permanece bajo estricta custodia incluso después de terminar el proceso de Coaching. Soy muy consciente de la importancia que esto tiene y de esta manera trabajo en mis sesiones, bajo estricta confidencialidad.
- Atención personalizada
El Coaching de Identidad tiene un proceso y estructura, pero a la vez es flexible y siempre personalizada teniendo en cuenta la «identidad única» de cada persona. Es por ello por lo que en mi práctica sigo muy de cerca a cada uno, dentro de unos márgenes lógicos. Cada uno tiene su propia historia, sus necesidades y ritmos de asimilación y progreso. La reflexión y el estudio sobre cada caso se convierten en una tarea prioritaria.
- Compromiso personal
El Coaching de Identidad es la respuesta para muchas personas, pero no todas llegan al compromiso. No es tarea fácil al inicio hablar sobre aspectos tan personales con una persona que todavía no conoces. En el proceso se enfrentan miedos e inseguridades pero, constato que una vez se da el paso y después de la primera o segunda sesión, la serenidad y la confianza crece considerablemente.
El compromiso personal es un acto de la libertad y le toca a la persona la toma de decisiones sobre su vida y cómo quiere vivirla.